Baños, un paraíso terrenal

La ciudad de Baños, en la provincia de Tungurahua, es el único sitio en los que armonizan todos los elementos. Agua, aire, fuego y tierra están en un constante equilibrio.
Por eso es el lugar adecuado para armonizar energías. En minutos se puede relajar el cuerpo en las piscinas de aguas termales, o dejar en libertad el espíritu aventurero en el salto de un puente, en recorrer en bicicleta, volar en parapente o en caminar por los senderos que cruzan por quebradas y cascadas.
También se hay la opción de tener cercanía con lo espiritual y con la naturaleza. Pero también se saborea las dulces y hasta empalagosas melcochas, alfeniques y las afamadas cañas. Además hay la opción de estar de cerca del volcán Tungurahua y de su proceso eruptivo.
En resumen, es el paraíso. Baños es la puerta a la Amazonía ecuatoriana. Por esa ciudad pasa la principal carretera (Baños - Puyo) que lleva a esa región.
La ciudad es custodiada por el volcán Tungurahua, conocida como Mama Tungurahua. Baños está ubicada en las faldas del volcán, pero no hay peligro. Así lo aseguran los baneños. Para ellos esta ciudad es bien segura ante un desastre de ese tipo. Una de ellas es que existe una muralla natural que evita que la lava vaya en dirección al poblado.
Lo que atrae es observar al volcán desde algún mirador cercano a Baños. Lo ideal es en la noche cuando se encuentra botando agua. El sitio más afamado es ojos del volcán. Otra elección es Huambaló. El desvío a esta parroquia es por cantón Pelileo.
Su clima equilibra el calor que viene de la Amazonía y el frío de la serranía. Los días son templados, y aunque llueva su clima es muy agradable.

Elemento agua
El agua es el principal elemento de esta ciudad andina. En el ingreso al cantón, desde Ambato, se unen los ríos Patate y Chambo para formar el Pastaza. A pocos metros de la conjunción de los caudales se encuentran los cañones del río Pastaza, en los que se observa el paso del agua por medio de los vestigios de lava de las centenarias y hasta milenarias erupciones de la Mama Tungurahua.
Lo característico de este lugar es el sinnúmero de cascadas que se encuentran en el trayecto de la vía al Puyo. La cascada de Agoyán es una de ellas. Otra es el Manto de la Novia. Para llegar llegar a cada una de estas cascadas hay senderos que serpentean quebradas y pendientes. En Río Verde hay otra cascada en donde se practican deportes extremos como descenso con cuerda por la cascada. En algunos sectores por la falta de puentes se cruza el río por medio de una tarabita.

Elemento aire
El parapente es otra de las opciones. Aunque la pista de vuelo se encuentre en Pelileo o en las alturas de Patate, este deporte extremo te deja ver al volcán Tungurahua desde una dimensión sobrenatural. El vuelo de Ícaro se emula.
Los expertos afirman que el volar parapente o alas deltas en este sector es muy complejo. Por eso es recomendable hacerlo con un experto o tener muchas horas de vuelo. Lo complejo es por las variadas y cambiantes corrientes de viento.
En el salto del puente hay contacto con la adrenalina. Pero hay una provocación con la muerte. En Río Blanco se puede saltar en cuerda con el sistema del péndulo. Esto simula al movimiento del reloj.

Elemento fuego
El volcán Tungurahua, se encuentra en un proceso eruptivo de más de 10 años. Al coloso se lo conoce como Mama Tungurahua.
El riesgo para Baños es mínimo. Sin embargo, los sectores más afectados se encuentran al lado noroccidental del volcán. Los lahares y la ceniza afecta a poblaciones como Bilbao, Huambaló. La ciudad de Baños está ubicada en el lado nororiental. La desgracia es para los pobladores que viven en las cercanías del volcán.
En cambio, para los turistas es una experiencia única. Al volcán se lo observa expulsando ceniza y fuego. Los miradores naturales del Ojo del volcán y en Pelileo son los más visitados. La mama Tungurahua es celosa. Hay días en los que no se puede ver, pero se escuchan los cañonazos, un sonido que se produce al expulsar rocas y lava.

Elemento tierra
La tierra es el complemento que falta para armonizar el paisaje de Baños. La ciudad se encuentra en una planicie ubicada en las faldas del volcán Tungurahua. El paisaje es lleno de verdor y de montañas altas.
El agua se abre paso por medio de las montañas. El aire de la Amazonia se fusiona con el de la serranía. Y todo es un complemento. La aventura es lo que no debe faltar. En una bicicleta o con caminatas se puede recorrer por este paraíso terrenal.