Mochilero en Ecuador

Vista al cerro Santa Ana. Fotos: Darwin Borja Salguero.

Darwin Borja Salguero obtuvo el título de magíster en la Escuela Politécnica del Litoral (ESPOL). Durante los dos años de estudio logró las certificaciones en After Effects, Avid Media Composer, Scratch. Además de las destrezas con ProTools, Logic Pro, Adobe Premier, guiones, análisis de audiovisuales, entre otras. Actualmente trabaja como redactor en Revista Vistazo en Guayaquil. Es licenciado en Comunicación Social de la Universidad Central del Ecuador y ha realizado varios cursos sobre periodismo de datos. Primer graduado de la Maestría de Postproducción Audiovisual Digital

Imágenes de Darwin Borja Salguero.

Su ‘saca’ real majestad, Juan Bobo, el tío tigre y el tío conejo son algunos de los personajes de las historias de los montubios. Detrás de los cuentos y los versos están presentes los saberes de este grupo que en su mayoría se dedica a la agricultura en la Costa. Pero por el crecimiento de las ciudades, esa forma de narrar está perdiendo espacio y su acento característico. Por eso, Ángela Arboleda Jiménez, de 45 años, volvió a sus orígenes. Regresó su oído a su abuelo materno y a los que vivían en Guachapelí, perteneciente al cantón Salitre, provincia del Guayas. Su ruta continuó a otras comunidades. Texto de Darwin Borja Salguero. Más información en: ÁNGELA ARBOLEDA, DE REGRESO A LAS RAÍCES Montuvias

Humberto Mite es uno de los balseros más habilidosos del cantón guayasense de General Villamil-Playas. Desde los 10 años aprendió el arte de navegar en una balsa con vela. Él sabe sobre las corrientes de viento y en qué momento salir a altamar. Texto de Darwin Borja Salguero. Más información en: BALSAS, TRADICIÓN QUE SE MANTIENE DESDE LAS CULTURAS VALDIVIA Y HUANCAVILCA

“Yo soy la tercera generación de creadores de instrumentos de cuerda de su familia”, cuenta Ganchozo, de 52 años. Su abuelo Sabulón, quien vivía en Calceta (Manabí), construía bandolines, bandolas y vihuelas. Las siguientes generaciones se enfocaron en las guitarras y requintos. Sin embargo, él siguió un camino paralelo y combinó las habilidades heredadas de su familia con sus investigaciones sobre la música de la Costa. De ese interés surgió su idea de construir instrumentos con caña guadua y barro. Materiales poco comunes para un lutier. Texto de Darwin Borja Salguero. Más información en: POR LOS SONIDOS DE LA COSTA con schubert ganchozo

Sitio recomendado para disfrutar de la mejor gastronomía en Samborondón (a 15 minutos de Guayaquil), en la provincia del Guayas. Fotos: Darwin Borja Salguero.

Fotos: Darwin Borja Salguero.

Laguna de la Espol.

Escuela de Diseño y Comunicación de la Escuela Politécnica del Litoral (Espol) en Guayaquil.

Esta embarcación ecuatoriana fue lanzada al mar en 1976 y nueve meses después realizó su primer viaje de entrenamiento. Fue construida en Bilbao, España. Esta imagen fue captada desde el Malecón Simón Bolívar de Guayaquil. Foto: Darwin Borja Salguero.

Solo queda mirarlo. Foto: Darwin Borja Salguero.

El obelisco, ubicado en el Malecón del Salado de Guayaquil (Ecuador), se luce con su iluminación, mientras observa la luna llena. Foto: Darwin Borja Salguero.

Durante la exhibición de globos en Guayaquil, lo que me gustó más fue ver a la luna. Su brillo engalanó aquella noche. La luna se llevó el galardón al objeto que, pese a mirarlo en muchas ocasiones, se lleva nuestra mirada. Foto: Darwin Borja Salguero.

El buque Escuela Guayas resalta la noche guayaquileña con sus luces aventureras.

Los rayos solares se diluyen, se van desvaneciendo entre las nubes y la noche. En ese instante, en esos minutos o segundos, se contemplan los coloridos reflejos del atardecer en las tranquilas aguas de la laguna artificial del Parque Forestal, en Guayaquil.

Los últimos rayos del sol le convierten en un lugar mágico a la laguna del parque Forestal al sur de Guayaquil. Solo queda contemplarlo.

Tráfico, ruido, cemento. Esa es la rutina en Guayaquil. Con 10 minutos en el parque Seminario (junto a la Catedral) uno se aleja de todo lo citadino y se acerca a la naturaleza. Luego de varias visitas al parque vi una ardilla. Fue la recompensa por ir a buscar unos minutos de paz. ¡Qué recompensa!

Se cierra los ojos y se imagina el Mediterráneo. Se abre y ese mundo se hace realidad. En la vía a Samborondon está un rincón del mundo. A 20 minutos del centro de Guayaquil está Plaza Lagos, un lugar de restaurantes, ropa y vino. Fotos: Darwin Borja Salguero.