El guía Carlos Segovia grita: "!A la Garganta del Diablo¡". Son las nueve de la noche. En medio de un frío intenso, la sola idea de la excursión estremece, pero una sonrisa en su rostro brinda la confianza para abordar el tren que a esa hora nos llevará al salto más grande de las cataratas del Iguazú, en la frontera entre Argentina y Brasil.
Por Darwin Borja Salguero Cerca de la capital de Ecuador hay varias opciones para disfrutar de un baño de agua caliente o con gas que proviene de fuentes de agua subterránea. Al oriente de Quito, a 40 minutos, se encuentra El Tingo. Aquí se encuentra un complejo de piscinas de agua termal (agua caliente que proviene de las entrañas del volcán apagado Ilaló). En vehículo particular se toma la Autopista General Rumiñahui en dirección al Valle de Los Chillo. En transporte público, los buses salen desde el sector del Playón de La Marín, en el centro de Quito. Otra opción son las piscinas de agua termal de La Merced. Se encuentran a 15 minutos al oriente de El Tingo. Al occidente hay dos opciones: Guangopolo y Cununyacu, pero el agua no es caliente como las anteriores localidades. Una alternativa más lejana es Papallacta. A dos horas al oriente de Quito, en la vía Pifo-Baeza, que une la Sierra (Andes) con la Amazonia ecuatoriana. En este lugar hay varios sitios para disfrutar del
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